El cultivo de Café es uno de los principales rubros exportable de importancia en la economía de Nicaragua, aportando 711.0 millones de dólares en el año 2022 y generando 600 mil empleos durante la época de corte, tanto temporales como permanentes.
Desde el Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, se han impulsado Políticas, Programas y Estrategias para el Desarrollo de la Caficultura Nicaragüense, con el propósito de incrementar la productividad, rentabilidad, agregación de valor y manejo de las plantaciones, que permita aumentar las exportaciones y mejorar los ingresos de las familias productoras.
En Nicaragua se registran 58 beneficios secos que cumplen con los estándares para el mercado nacional e internacional y procesan la producción de 38 mil productores que cultivan 240 mil manzanas de café, de los cuales el 84% son pequeños productores, y la mayoría de las áreas están ubicadas en los departamentos de Jinotega, Matagalpa y Nueva Segovia.
El café de altura de Nicaragua es apreciado por sus sabores complejos y únicos, influenciados por factores como la altitud, el clima, el suelo y el proceso de cultivo. Al mapear estos factores, puedes identificar perfiles de café específicos para diferentes regiones y altitudes, lo que te permite explorar una amplia gama de sabores y experiencias sensoriales en el mundo del café de altura. Tomando en cuenta la escala de catación, del formato aprobado por sca, los cafés se clasifican en:
Las variedades de café influyen significativamente en la calidad de las tazas de café. Aquí hay algunas formas en que diferentes variedades pueden afectar el sabor y la calidad general
Cada variedad de café tiene un perfil de sabor único, influenciado por factores como el terroir (clima, suelo, altitud), el procesamiento (lavado, natural, honey, etc.) y el tostado. Algunas variedades pueden tener notas frutales, florales, chocolatosas o especiadas, mientras que otras pueden ser más terrosas o herbáceas. La combinación de estos factores determina el sabor final en la taza.
La acidez en el café puede variar según la variedad. Algunas variedades, como el Arábica, tienden a tener una acidez más brillante y pronunciada, mientras que otras, como el Robusta, pueden ser más amargas y menos ácidas. La acidez contribuye a la complejidad y la viveza del café.
El cuerpo del café se refiere a su sensación en la boca, que puede ser ligera, sedosa, cremosa o pesada. Esto está influenciado por la variedad, el proceso de cultivo y el método de procesamiento. Por ejemplo, los cafés de América Central tienden a tener cuerpos más ligeros y texturas más suaves, mientras que los cafés de Indonesia tienden a ser más pesados y con una textura más terrosa.
Algunas variedades de café tienen perfiles de sabor naturalmente dulces, mientras que otras pueden tener notas más amargas o ácidas. La dulzura en el café puede ser reminiscente de caramelo, miel, frutas maduras o azúcar moreno, y contribuye a la complejidad y el equilibrio general del café.
La calidad del grano de café, que incluye su tamaño, densidad y uniformidad, puede variar según la variedad. Los granos de alta calidad suelen producir tazas más consistentes y de mayor calidad, mientras que los granos de menor calidad pueden afectar negativamente el sabor y la textura del café.
La altitud a la que se cultiva el café afecta significativamente su sabor. A mayor altitud, generalmente se produce un café más complejo y con sabores más brillantes debido a las condiciones de crecimiento más lentas.
Cada región productora de café tiene características únicas que influyen en el sabor. Por ejemplo, los cafés de América Central suelen tener notas cítricas y afrutadas, mientras que los de América del Sur pueden tener sabores más suaves y chocolateados.
Las condiciones climáticas, como la temperatura y la humedad, pueden afectar el desarrollo de los granos de café y, por lo tanto, su sabor. Los cambios estacionales y las variaciones diarias de temperatura pueden dar lugar a sabores más complejos y equilibrados.
el método de fermentación y procesamiento del café también afecta su sabor. Por ejemplo, los cafés lavados tienden a tener sabores más limpios y brillantes, mientras que los cafés naturales pueden ser más dulces y frutales debido a la fermentación de los azúcares naturales en el grano.
Comienza eligiendo granos de café de alta calidad que se ajusten a los estándares de tu marca o establecimiento. Esto implica trabajar con proveedores confiables que ofrezcan granos frescos y bien cultivados.
Los granos de café deben almacenarse en condiciones óptimas para mantener su frescura y calidad. Esto implica mantenerlos en un ambiente fresco, seco y oscuro, preferiblemente en recipientes herméticos.
El tostado es crucial para desarrollar los sabores del café. Asegúrate de tener un control preciso sobre el proceso de tostado para resaltar las características deseadas de los granos y evitar sabores quemados o subdesarrollados.
La molienda del café debe realizarse justo antes de preparar la bebida para preservar la frescura y los sabores. La molienda también debe ser consistente y adaptada al método de preparación específico para garantizar una extracción uniforme.
El agua representa un gran porcentaje del contenido de tu café. Utiliza agua limpia y de calidad para preparar las bebidas, ya que el sabor del agua puede afectar significativamente el resultado final.
Capacita a tu personal para preparar el café de manera consistente y según los estándares de calidad establecidos. Esto incluye controlar la proporción café-agua, el tiempo de extracción y la temperatura del agua.
Asegúrate de que el equipo utilizado para preparar el café esté limpio y en buen estado de funcionamiento. La limpieza regular y el mantenimiento adecuado del equipo son esenciales para evitar sabores no deseados y garantizar una extracción óptima.
Solicita comentarios de tus clientes sobre la calidad del café y utiliza esta información para realizar ajustes y mejoras en tu proceso de preparación. La mejora continua es clave para mantener y elevar constantemente la calidad de tu café.